
Las guardias médicas de 24 horas son una carrera de fondo que quita la salud a los médicos y que les supone un gran esfuerzo, fatal para el cerebro de los médicos. De ahí que se esfuercen por “mantener una buena higiene del sueño” más allá de estas 24 horas, así como vigilar mucho su rutina y su alimentación. De ahí que los profesionales recomienden ser “disciplinados” en cuanto a sus hábitos. En declaraciones a REDACCIÓN MÉDICA, Sheila Justo, médico en el Servicio de Atención Rural de Chinchón y presidenta del Sector Médicos Jóvenes y MIR de AMYTS explica que “el día después de una guardia es un día ‘perdido’ para muchas cosas”, puesto que los facultativos dedican la mayor parte de las 24 horas siguientes al descanso. “Lo primero de todo es dormir”, señala. (…)